Viernes, 10 de octubre de 2025.
Dolors Udina, Mireille Gansel y Antoni Clapés, Les dues ales d’un ocell. Conversa a tres sobre la traducció, epílogo de Montserrat Bacardí, Barcelona, Raig Verd, 2025, 154 páginas.
David Paradela López
Decíamos hace unos años, en otra reseña, que el memoir de traductor como género ensayístico ya estaba consolidado. El hecho de que, dando otra vuelta de tuerca, el libro que hoy comentamos (el cual, juntamente con Diguem que la traducció és art de Sawako Nakayasu, inaugura una nueva e interesante colección de la editorial Raig Verd) adopte la llamativa, inhabitual y apropiada fórmula de conversación a tres no hace más que confirmarlo. El diálogo, sin duda, parece una forma apta para el propósito del libro: echar la vista atrás sobre varias décadas de dedicación al oficio para tratar de averiguar de qué hablamos cuando hablamos de traducir. Empeño nada fácil: a medida que los años de profesión trascurren —hablo por mí, aunque después de leer estas páginas diría que los reseñados estarían de acuerdo—, parece que la intuición y el olfato se adueñan de uno y se vuelve cada vez más difícil elaborar teorías y hasta explicitar con coherencia el propio método de trabajo. Todo parece evidente y, al mismo tiempo, terriblemente complejo. Quizá por eso la manera más honesta de explicarse a uno mismo y de filosofar sobre el oficio sea la forma dialogada, una forma que permite interrogar e interrogarse, divagar, confesarse, contradecirse, admirarse y, sobre todo, conversar, en su sentido etimológico de pasar tiempo en compañía: una compañía que ha dado como fruto el presente texto.
Toda conversación resulta tanto más interesante cuando los interlocutores responden a perfiles selectos pero muy distintos: Dolors Udina (Premio Nacional a la Obra de un Traductor en 2019, entre otros varios galardones) como traductora de incontables libros, sobre todo de prosa, y profesora universitaria de traducción; Antoni Clapés ante todo como poeta para el que la traducción de poesía es un modo de leer en profundidad y «definir una poética propia» (p. 17); y Mireille Gansel (Grand Prix de Traduction Étienne Dolet-Sorbonne Université en 2018), a la que los avatares de su historia familiar y personal han llevado casi más allá de las palabras, como militante de una unión casi metafísica entre la vida y la traducción («viure; sí, la vida, és aquí on la traducció troba el seu origen», p. 14). Si hubiera que sintetizar al máximo, podríamos decir que Udina es el cuerpo, Clapés el espíritu y Gansel la mística, y que el libro es un ir y venir rebosante de admiración mutua entre estas tres concepciones de la lengua y de la práctica del oficio.
Decíamos que la forma dialogada se presta a la divagación, pero los temas del libro se suceden en cierto orden: los motivos que llevaron a los autores a la traducción; la relación con la lengua materna (compleja en los tres casos); la vinculación entre el proceso de la escritura y el de la traducción —esa «poètica col·laboradora» de la que habla Udina (p. 43), o esas dos alas de un mismo pájaro de las que habla Gansel y dan título al volumen (p. 49)—; la concepción de la traducción como «artesanado» que se aprende «equivocant-te cada vegada millor» (p. 47); las nociones de libertad y fidelidad; la búsqueda de la palabra justa (obsesiva en Gansel, como ella misma había relatado ya en Traduir comme transhumer); el agotamiento de cuerpo y alma después de una traducción especialmente exigente —«saps que no pots anar més lluny, més endins de l’abisme; només queda el silenci», dice Gansel a propósito de sus traducciones de Nelly Sachs (p. 73)—; la concepción del otro y su injerto, a menudo incómodo y siempre difícil, en una cultura distinta; la relación con las lenguas minorizadas y los nuevos discursos descolonizadores; la dicotomía entre lengua «oficial» y lengua mestiza —«quan tradueixo no pensó en l’anglès com a lengua imperial sinó que em limito a bregar amb el virginiawoolfenc, el ralphellisonenc, l’alicemunrenc» (p. 106)—; las diferencias y semejanzas entre la traducción de poesía y la de prosa; la sensación del traductor/autor cuando es traducido.
El íntimo conocimiento literario entre nuestros tres dialogantes (entre 2021 y 2023, Udina tradujo a Gansel, Gansel a Clapés y Clapés a Gansel) explica la mutua admiración y el afecto que constantemente salen a relucir en el texto. Este afecto no solo se halla en la base de una de las ideas clave del libro —la de hospitalidad: «la traducció és un acte d’hospitalitat, un reconeixement tant de la dignitat com de la diferencia de l’altre» (p. 142)—, sino que en el fondo quizá sea su único tema, un afecto que es el reflejo y la cifra de una determinada concepción del oficio, la de quien, construyendo su traducción se construye a sí mismo: «la idea paradoxal de trovar-se un mateix precisamente quan s’intenta esdevenir algú altre» (p. 12); «la traducció […] com un diàleg en mirall i en eco, imatge i altres veus que et revelen la imatge i la veu dins teu» (p. 22).
Conviene advertir que nadie hallará aquí consejos, ni recetas, ni mucho menos un sistema: no solo porque el libro persigue otros fines, sino sobre todo porque nos encontramos ante tres trayectorias que poco tienen que ver con el perfil de la mayoría de los traductores; trayectorias distintas, como hemos dicho, pero que tienen en común el haber hecho una aportación literaria alejada en muchos aspectos de las dinámicas habituales del mercado. En este sentido, el libro se lee como la descripción de una forma de trabajar que siempre ha estado al alcance de pocos y que, a la luz de los cambios que pretende introducir la deriva tecnológica en nuestro sector, probablemente sea aún más inaccesible en un futuro cercano. Veremos si esta nueva época que apenas empieza seguirá ofreciendo espacios para ese afecto por y en el texto, para esa interrelación vital entre el traductor y la palabra en su dimensión más humana, o si el libro de Udina, Clapés y Gansel quedará como el testimonio de un mundo que acabó.

David Paradela López (Barcelona, 1981) estudió Traducción e Interpretación en la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Bolonia, y Teoría de la Literatura en la Universidad de Barcelona. Se dedica a la traducción editorial desde 2004 y desde 2014 es profesor de traducción en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha traducido varias decenas de libros del inglés y del italiano al castellano, sobre todo narrativa del siglo xx (Curzio Malaparte, John O’Hara, Philip Roth, Leonardo Sciascia) y ensayo (Stanley Cavell, Robin Lane Fox, Rita Levi-Montalcini, Pier Paolo Pasolini, Graham Priest).


