Del amigo el consejo: Carlos Fortea

Lunes, 24 de abril de 2023.

Continuamos esta serie de entrevistas breves originada en el número 43 de VASOS COMUNICANTES, en esta ocasión con Carlos Fortea (Madrid, 1963), que ha sido profesor de traducción en la Universidad de Salamanca y lo es actualmente en la Universidad Complutense de Madrid. Es traductor de más de 150 títulos de literatura alemana. Por su traducción de la biografía Kafka (2018), de Reiner Stach, obtuvo el Premio Ángel Crespo de traducción, y por la de la novela Todo en vano, de Walter Kempowski, el Premio Esther Benítez de traducción correspondiente a 2021. Su última traducción publicada es La luz perdida (Alfaguara, 2023), original de Nino Haratischwilli.

En su vertiente de autor de obra propia, ha publicado novelas como Los jugadores (Nocturna, 2015), finalista del Premio Espartaco de la Semana Negra de Gijón. Su último libro publicado es el ensayo Un papel en el mundo. El lugar de los escritores (Trama, 2023).

 

Un libro sobre traducción

No voy a ser original ni conmigo mismo… Después de Babel, de George Steiner (en mi caso, en traducción de Adolfo Castañón). Para mí su lectura fue una experiencia increíble. Steiner pensó antes y mejor en las cosas que nos ocupan que la mayoría de los que luego han sido grandes nombres del gremio. Y además lo escribió de manera deliciosa. Es un libro espléndido.

 

Una traducción favorita

Si la pregunta se refiere a una traducción que haya leído, mi predilecta por muchas razones es la traducción de París era una fiesta, de Hemingway, que Gabriel Ferrater hizo en 1962. Sé que se trata de una elección discutible, porque no es una buena traducción, creo que contiene tanto errores como giros extraños. Pero su capacidad de transmitir emoción es tal que ha quedado entre aquellas lecturas que marcaron mi vida.

Si la pregunta se refiere a cuál es la predilecta de entre mis propias traducciones, ya va siendo difícil elegir, pero siento una enorme simpatía por Fouché, de Stefan Zweig. Disfruté mucho con la elegancia del estilo de Zweig, al que uno se rinde de manera incondicional.

 

Un diccionario

Ya no… Cada vez consulto menos los diccionarios, con Internet las fuentes se han diversificado muchísimo. Entre mis viejas querencias estaba el María Moliner, así que por nostalgia lo mantengo en esta lista.

 

La búsqueda más rara que he hecho en mi vida

La conté en un artículo hace años, de tan rara que fue: la del nombre de esas empuñaduras de la rueda del timón de un barco que el timonel empuña para hacerla girar, esas empuñaduras tan características de los barcos en que terminan los radios de la rueda. Me volví loco para encontrar el nombre, no hay nada más difícil que buscar una cosa que sabes lo que es pero no sabes cómo se llama, pero sobre todo no hay nada más difícil que buscarla cuando forma parte de un objeto más grande. Me convertí en un especialista en lo que, parafraseando a las carnicerías, llamaría «despiece de gobernalle». Acabé averiguando que las empuñaduras se llamaban cabillas, pero, contra todo pronóstico, no conseguí encontrarlo en ningún diccionario ni glosario náutico, sino en una página web de modelismo naval. De locura.

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