Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor 2023: lectura de «El misterio de la casa adosada», de Edith Nesbit

Viernes, 21 de abril de 2023.

Desde 2015, los alumnos de la asignatura de Traducción Literaria de la Facultad de Traducción e Interpretación, que imparte Juan Gabriel López Guix en la Universidad Autónoma de Barcelona, colaboran con una lectura en los actos organizados por ACE Traductores con motivo del 23 de abril, Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. La lectura de este año es la cuarta en el formato digital inaugurado en 2020 como consecuencia de la pandemia de covid-19. Así, tras «Algunas reflexiones sobre el sapo común» de George Orwell (2020) y «El corazón delator» de Edgar Allan Poe (2021) y «Un fantasma gramatical» de Elia W. Peattie (2022), ofrecemos en esta ocasión un breve relato de Edith Nesbit, «El misterio de la casa adosada».

E. Nesbit en torno a la época de publicación de «El misterio de la casa adosada». Fotografía de Thomas White de Lewisham, publicada en 1892. Impresión en bromuro. NPG x127024 © National Portrait Gallery, Londres

De la escritora británica Edith Nesbit (1858-1924) se ha dicho que fue la «primera escritora infantil moderna».[1] Nacida en Londres, en el seno de una familia acomodada, fue la menor de seis hermanos. La temprana muerte del padre y la necesidad por parte de la madre de encontrar un clima favorable para una hija mayor aquejada de tuberculosis hicieron que pasara buena parte de su infancia en Francia y Alemania. La familia se estableció de vuelta en Inglaterra tras la muerte de la hermana cuando Edith tenía 17 años. En 1880, se casó por lo civil (algo todavía poco habitual en aquella época) con Hubert Bland. Dio a luz a los dos meses. Al año siguiente, Hubert enfermó gravemente de viruela, una circunstancia aprovechada por su socio comercial para huir con el capital de la fábrica de cepillos cuya propiedad compartían. Sobre Edith, de nuevo embarazada, recayó entonces toda la responsabilidad de mantener a la familia; encontró una fuente de ingresos ilustrando tarjetas de felicitación y como colaboradora en diversas revistas londinenses en las que en las que publicó poemas y relatos.

El matrimonio tendría tres hijos, a los que se añadieron dos extramatrimoniales de Hubert que Edith adoptó como propios. Las convicciones políticas de ambos los llevaron a participar en la creación de la Asociación de la Nueva Vida (1883), de la que surgiría un año después la influyente Sociedad Fabiana, que propugnaba el avance de los principios socialistas por medio de reformas sociales graduales y a la que también pertenecieron destacados intelectuales como Bernard Shaw, H. G. Wells, Emmeline Pankhurst, Havelock Ellis o Bertrand Russell. Cuenta su biógrafa Eleanor Fitzsimmons [2] que causó cierto revuelo en las reuniones de la Sociedad Fabiana con su pelo corto, sus sencillos y holgados vestidos de fibras naturales y su costumbre de liar cigarrillos y fumarlos con una elegante boquilla de ámbar, característica esta última de unos tiempos en los que la reivindicación de la igualdad de derechos políticos llevó a que algunas pioneras hicieran ostentación pública de tabaquismo. Muy comprometida con las causas de los más desfavorecidos, sus ideas la llevaron también a no implicarse en el movimiento sufragista, pues consideró que la reivindicación del voto femenino desviaba la lucha de las mujeres en favor de la justicia social.

Su carrera como escritora cobró impulso en 1893, cuando publicó dos recopilaciones de cuentos de terror gótico, Something Wrong (obra escrita junto con su marido bajo el pseudónimo de Fabian Bland) y Grim Tales. El primer libro de literatura infantil fue The Story of the Treasure Seekers (1899), con el que obtuvo un gran éxito, lo cual la llevó a frecuentar más este segundo género. Acabó publicando varias decenas de libros, firmados siempre con el nombre de E. Nesbit, salvo unos pocos firmados con pseudónimo y realizados en colaboración con su marido, quien murió en 1914. Tres años más tarde, se casó en segundas nupcias con Tommy Tucker, capitán del ferry que unía las dos orillas del Támesis en Greenwich. Tras las jubilación de Tucker, el matrimonio dejó Londres en 1922 y se retiró al pueblo de Romney Marsh, en la costa sudoriental inglesa, donde Edith murió en 1924. Siguió escribiendo cuentos y novelas hasta el final de sus días.

Sus obras de literatura infantil y juvenil se caracterizan por la imaginación de los argumentos, el humor y la mezcla de aventura y magia. Escribió dos series de éxito: una, sobre las aventuras de los Bastable, formada por The Story of the Treasure Seekers (1899; Los buscadores de tesoros, trad. Juan M. San Miguel, 1987), The Wouldbegoods (1901; Los Seremosbuenos, trad. Nuria Reina, 2016) y New Treasure Seekers (1904); y otra en torno a la figura de un duende de arena que concede deseos: Five Children and It (1902; Cinco chicos y eso, trad. Nuria Reina, 2018), The Phoenix and the Carpet (1904) y The Story of the Amulet (1906). Fue muy celebrada también su novela The Railway Children (1906; Los chicos del ferrocarril, trad. Nuria Reina, 2013), objeto en 1970 de una película británica que contribuyó a acrecentar la popularidad de la autora.

Nesbit dejó una decisiva impronta en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Han sido numerosos y muy influyentes los autores que han cultivado el género de la fantasía y que tienen una clara deuda con ella; por citar solo tres: C. S. Lewis (Narnia), P. L. Travers (Mary Poppins) y J. K. Rowling (Harry Potter). Nesbit fue también la precursora del género de pandilla, que luego retomaría con enorme éxito Enid Blyton.

De ella, el escritor estadounidense Gore Vidal escribió en 1964:

Después de Lewis Carroll, E. Nesbit es la mejor de los fabulistas ingleses que han escrito sobre niños (ninguno de los dos escribió para niños); y, como Carroll, fue capaz de crear un mundo de magia y lógica invertida enteramente propio.[3]

En su ensayo, Vidal se quejaba del desconocimiento de la autora en los Estados Unidos y atribuía ese hecho a las diferencias culturales con Gran Bretaña: por un lado, a un estilo ingenioso e inteligente, contrario al gusto más literal estadounidense; por otro, al tema de muchos de sus obras, la magia, un tema tabú en la sociedad de la época y que habría provocado el veto de los libros de unas bibliotecas donde la selección se orientaba hacia lo útil y lo práctico.[4]

En relación con la comparación con Carroll, se podría matizar que, en las obras de Nesbit, a diferencia de lo que ocurre en las del autor de Alicia, la fantasía forma parte de lo ordinario. Hay en ellas una imbricación del mundo primario (real) y el secundario (imaginario), según una terminología usada por J. R. R. Tolkien.[5] Si en Carroll se pasa de Oxford al país de las maravillas (como, en Baum, de Kansas a Oz), en Nesbit lo maravilloso aflora en lo cotidiano, sin que haya solución de continuidad entre el mundo fantástico y el real. Ese modelo fue imitado posteriormente por múltiples autores y no es de extrañar que, preguntada en 2000 por sus libros favoritos, J. K. Rowling citara en primer lugar Los buscadores de tesoros y añadiera: «Creo que me identifico con E. Nesbit más que con ningún otro escritor».[6]

En España, los primeros cuentos de Nesbit fueron publicados por la editorial Calleja a partir de 1919 (en vida aún de la autora), aunque esa iniciativa apenas tuvo continuidad más allá de mediados de la década de 1920 y en las seis décadas posteriores apenas se publicaron tres obras suyas. Sin embargo, su obra volvió a traducirse (no solo al castellano, sino también al catalán, gallego y vasco) a partir de finales de la década de 1980 y sigue siendo hoy una presencia viva.

 

 

El original de «El misterio de la casa adosada», un relato inédito en castellano, se utilizó durante los meses de febrero y marzo de 2023 como material de iniciación a las sutilezas y los placeres de la traducción literaria. Publicado originalmente en 1893 en el libro Grim Tales, se trata de un curioso relato en el que parecen asomar las presencias de Madame Blavatsky y Jack el Destripador, dos personajes que dejaron una fuerte impronta en el fin de siglo londinense

La presente traducción plasma la plantilla exegética sobre la que trabajamos en el aula. Parte de un borrador utilizado en la preparación de las clases, enriquecido por las semanas de análisis y debate común. Además, la versión final contó con las lecturas de Soledad Galilea y Celia Filipetto, que aportaron sugerencias que permitieron pulir el texto.

La lectura es realizada por dos participantes en el curso de Traducción Literaria, que acogieron con entusiasmo la iniciativa: Xalsui Wang Liu y Andrea Moreno Jiménez.

 

[1] Julia Briggs, A Woman of Passion. The Life of E. Nesbit 1858-1924, Londres, Hutchinson, 1987, xi.

[2] Eleanor Fitzsimmons, The Life and Loves of E. Nesbit: Victorian Iconoclast, Children’s Author, and Creator of The Railway Children, Nueva York, Abrams, 2019, cap. 6 [s. p., consultado en versión electrónica].

[3] Gore Vidal, «E. Nesbit’s Magic», The New York Times Review of Books, 3 diciembre 1964. Recopilado en Hommage to Daniel Shays, Random House, Nueva York, 1972.

[4] En un artículo publicado recientemente en VASOS COMUNICANTES, Manu López Gaseni mencionó la censura ejercida en el Reino Unido sobre autores como Astrid Lindgren y Roald Dahl a través de la exclusión del canon infantil y la selección de las bibliotecas.

[5] J. R. R. Tolkien, «On Fairy Stories», en The Tolkien Reader, Nueva York, Ballantine Books, 1966.

[6] J. K. Rowling, Sunday Herald, 21 mayo 2000. Transcripción de una entrevista realizada en un programa de Radio 4 de la BBC. Disponible en http://www.accio-quote.org/articles/2000/0500-heraldsun-rowling.html [consultado: 17 abril 2023].

 

 

Juan Gabriel López Guix es traductor del inglés y del francés. Se dedica sobre todo a la traducción de narrativa, ensayo y divulgación científica, así como a la traducción para prensa. Entre otros autores, ha traducido libros de Saki, Julian Barnes, Joseph Brodsky, Douglas Coupland, David Leavitt, Lewis Carroll, Michel de Montaigne, George Saunders, Vikram Seth, George Steiner y Tom Wolfe. Es profesor en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue miembro de la junta rectora y vicepresidente de ACE Traductores entre 1997 y 2000. Recibió en 2022 el Premio Nacional a la Obra de un Traductor concedido por el Ministerio de Cultura de España.