Joaquín Fernández-Valdés: Guerra y paz, de Lev Tolstói

Lunes, 31 de octubre de 2022. Actualizado el 7 de noviembre de 2022.

Joaquín Fernández-Valdés ha traducido del ruso la obra de Lev Tolstói Guerra y paz, Alba editorial, publicada en el mes de marzo de 2021.

Obra ganadora del XVII Premio de Traducción Esther Benítez.

 Sinopsis

Guerra y paz es, en líneas muy generales, un monumental retrato de la sociedad rusa protagonizado por cuatro familias (los Rostov, los Bolkonski, los Bezújov y los Kuraguin) que abarca el período entre 1805 y 1820, un épico cuadro sobre la invasión napoleónica y una profunda reflexión filosófica sobre el significado de la historia, la fatalidad y el libre albedrío. Esta obra contiene cuatro planos de acción: la vida y costumbres de la nobleza, los grandes personajes históricos, la vida del pueblo y el plano metafísico, que en la obra de Tolstói queda reflejado en la naturaleza, que encarna lo divino.

Comentario del traductor

Traducir Guerra y paz ha resultado una tarea muy ardua a la que he tenido que dedicar cuatro años de incesante trabajo debido a su larguísima extensión (casi 1.700 páginas) y a la dificultad del texto: encontramos en ella teoría de la historia, disquisiciones filosóficas, antropológicas y científicas; se trata de una obra con más de 550 personajes que combina la ficción con hechos históricos. El empeño en ser lo más fiel posible al estilo de Tolstói ha dificultado enormemente la tarea, porque el autor ruso tiene un estilo complicado que he tratado de respetar al máximo.

Esta traducción ha requerido una intensa labor de documentación y he tenido que consultar una gran cantidad de bibliografía sobre la Europa del siglo XIX: armamento, vestimenta, grados militares, etc. Además, he estudiado el aparato crítico y las numerosísimas anotaciones que acompañan las ediciones académicas soviéticas de la novela, así como la abundante bibliografía que existe en torno a ella. Pese al vértigo que me ha producido en más de una ocasión esta extenuante labor, ha sido muy emocionante enfrentarme a escenas de la novela que están realmente vivas en el imaginario literario universal y debo reconocer que, al terminar la traducción, no me ha resultado nada fácil separarme de unos personajes —Natasha, el príncipe Andréi, la princesa Maria, Pierre, Nikolái— que ya formaban parte de mi vida y con los que me había acostumbrado a conversar.