Lunes, 21 de octubre de 2024.
Juan Pascual Martínez Fernández ha traducido del inglés La exégesis, de Philip K. Dick, editado por Minotauro, 2023.
Obra finalista del XIX Premio de Traducción Esther Benítez.
Sinopsis
La Exégesis la componen miles de páginas de notas mecanografiadas (e incluso manuscritas), partes de diarios, cartas y bocetos de novelas del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, donde documenta y explora la experiencias religiosas y visionarias que tuvo (o sufrió) a partir de febrero de 1974 hasta su muerte en 1982. Se trata de un autoanálisis filosófico de más de ocho mil páginas (de las que solo se han publicado mil doscientas), en el que se entremezclan la extrema inteligencia del escritor con las contradicciones y obsesiones propias de una psicología trastornada.
El dominio de Dick sobre temas como filosofía, religión y ciencia queda plasmado a lo largo de toda la obra, donde además también realiza una autocrítica literaria y una labor de introspección metafísica exhaustiva. También incluye todo un despliegue ilustrativo de los elementos que estimularon su obra y su forma de escribir. Esta exégesis contiene reflexión y autoanálisis, crítica literaria, filosofía, algunas veces como género epistolario, con tramos autobiográficos, y todo impregnado por el habitual sentido del humor de Dick, por lo que la lectura de esta obra es una exploración de su mente, de su entendimiento lúcido de la vida, con todo su andamiaje inconexo, pero siempre unido.
Comentario del traductor sobre la traducción
Hay varios problemas que conllevan la traducción de una obra de esta envergadura, tanto en extensión como en complejidad. Para empezar, hay que trasladar el personalísimo estilo paranoico e incoherente del autor, acuciado por trastornos de personalidad y las secuelas del uso continuado de las anfetaminas. Se han tenido que respetar tanto las frases repetitivas como el desorden, aunque ello provoque en quien lo lea la misma confusión que produjo el texto original. Cabe recordar que Dick no tenía pensado en ningún momento que esta obra se publicara, así que la claridad no fue lo más importante para él en su redacción.
Por otro lado, está su enorme erudición, que abarcaba desde un profundo conocimiento de la música clásica hasta de la metafísica, con todo el vocabulario y los términos que ello implica. Todo este conocimiento también lo plasmó de una forma un tanto desquiciada, porque no solo se trata de volcar de forma adecuada todos esos términos culturales, sino también de hacerlo con aquellos errores, erratas y malentendidos que se deslizan a lo largo de las más de mil páginas que componen esta obra. También cabe destacar la necesidad de crear un equivalente en la traducción de los nuevos términos que se inventa, lo que se suma a las dificultades ya mencionadas.
Otro de los problemas ha sido la multitud de dibujos, diagramas e ilustraciones que Dick esbozó a lo largo de la obra, todos con anotaciones manuscritas que en muchas ocasiones rozaban lo enigmático, tanto por lo ilegible de la escritura como por la falta de coherencia del propio texto, fragmentado en muchas ocasiones.
Por último, aunque no menos importante, resulta imprescindible conocer en profundidad y consultar el resto de la obra de Dick, ya que hace mención constante de las novelas, conceptos e incluso otra clase de obras (conferencias, artículos, etc.) que creó a lo largo de su vida hasta ese momento. Cualquiera de quienes le admiran y que lea la obra se daría cuenta de inmediato de un posible error en este sentido.
La sección de NOVEDADES TRADUCIDAS ofrece a los traductores un espacio donde analizar las dificultades a las que han tenido que enfrentarse al traducir una obra concreta. Animamos a todos los traductores a colaborar: véase la plantilla en este enlace.