Irene de la Torre: Al otro lado de la línea, de Kerri Maher

Viernes, 31 de mayo de 2024.

Irene de la Torre ha traducido del inglés la obra de Kerri Maher Al otro lado de la línea, Navona, abril de 2024.

Sinopsis de la obra

A principios de los años sesenta, un grupo de activistas se organizó de manera clandestina para poder dar soporte emocional, asesorar y practicar abortos de forma segura, asequible y sin distinciones de etnia o clase social. De día eran estudiantes, amas de casa y esposas ejemplares, pero, abandonadas las caretas, salían protegidas por la oscuridad de la noche para empapelar la ciudad con una proclama en clave: «¿Estás embarazada? ¿Necesitas ayuda? Llama a Jane».
Kerri Maher ficciona la hazaña del colectivo Jane de Chicago a partir de las historias de tres mujeres que en algún momento tuvieron que llamar o atender una llamada determinante en su vida. Gracias a su estilo cinematográfico, Maher consigue dibujar de manera ágil y entretenida el espíritu y las aristas de un tiempo en que lo personal era inevitablemente político, plasmando las inquietudes que atravesaban entonces las causas feministas del modo más estimulante posible: rememorando a quien nos precedió, evocando sus voces en la lectura como en una llamada a medianoche, decidida a despertarnos.

Comentario de la traductora sobre la traducción

 Cuando me ofrecieron el encargo de traducción de Al otro lado de la línea de Kerri Maher, me vino a la mente una temible pregunta: ¿cómo voy a estar a la altura de la autora de La librera de París, un libro que ya cuenta con cinco ediciones?

A pesar de mi humilde lista de libros traducidos, me dije que sí, que por supuesto iba a estar a la altura, pero también que ello iba a requerir mucho trabajo de mi parte. Entonces me vino otra cuestión que nunca antes me había tenido que plantear: ¿estaré (también) a la altura de la traductora de La librera de París, Ana María Martínez?

Hasta la fecha solo había traducido a escritoras y escritores que no contaban con una voz en castellano. Parece algo absurdo, pero en un ensayo que leí recientemente —y que recomiendo encarecidamente— en torno al oficio de traducción (La impostora, de Nuria Barrios), la autora se hace esa pregunta cuando le dan a traducir a un escritor que ya está traducido, y se dice lo siguiente: existe el estilo de un escritor, pero también el de un traductor. Y los lectores y lectoras en castellano conocen al autor por su voz en castellano, y este ha tenido éxito gracias a esa voz traductora, así que: ¿tendría yo, como traductora, que pegarme al estilo de su anterior traductor?

En esta línea de pensamientos, agarré una toalla y un bikini —fue en pleno verano— y me tumbé sobre el césped al lado de una piscina a devorar La librera de París, disfrutando de la historia, cómo no, pero también poniendo mucha atención en el estilo, absorbiendo esa voz que le había dado mi compañera Ana María Martínez a Kerri Maher, para empaparme de ella justo antes de empezar mi propia traducción, al igual que al salir de la piscina mi cuerpo estaba completamente empapado de agua, esperando a que se secaran las palabras y mi mente las absorbiera.

Y sin embargo, al ver cómo mi piel se iba secando poco a poco, me dije después que lo hermoso y bonito de esta profesión es nuestro toque personal, indiscutiblemente asociado a nuestra tarea, una voz (traductora) propia, de la que no somos capaces de desprendernos. Por ese motivo, y en cualquier caso, di otra voz a Kerri Maher, aunque con notas y toques de su anterior traductora, y por supuesto —y ante todo— le di una voz que sonaba indiscutiblemente a ella, a Kerri Maher. Y he de decir que la autora me lo puso muy fácil. No solo tiene un estilo de lo más cercano y accesible, sino que es a la vez muy cinematográfico y ameno. Solo la oportunidad de traducirla me dio muchísima satisfacción y alegría. Y como este espacio se dedica en exclusiva a la traducción, no me extenderé sobre la novela. Pero qué novela.

La sección de NOVEDADES TRADUCIDAS ofrece a los traductores un espacio donde analizar las dificultades a las que han tenido que enfrentarse al traducir una obra concreta. Animamos a todos los traductores a colaborar: véase la plantilla en este enlace.