Lunes, 7 de agosto de 2023.
Las cinco vidas del traductor Miranda, Fernando Parra Nogueras, 2022, 348 páginas.
María Aroa Masa Corral
Volcar un texto original a un nuevo idioma —trasladarlo, que diría vuestro Alfonsito el Sabio— es tanto como perpetuar la vida de un libro y multiplicarlo; es alumbrar y tender puentes allá donde las palabras se vuelven abisales para el lector que desea caminarlas; […] (p. 274)
En 1989 ocurrieron dos sucesos históricos que parecen contradecirse: el ayatolá Jomeini condenó a muerte tanto al escritor Salman Rushdie como a quienes contribuyeron a la publicación de la novela Los versos satánicos, y a finales de año caía el muro de Berlín, lo que abría la puerta a la democracia y a la libertad en una Europa todavía dividida tras la Segunda Guerra Mundial.
Es cada vez más frecuente que el género novelesco preste especial atención a la figura del traductor. Más aún si hablamos de un traductor en peligro potencial: no olvidemos que la fetua que el ayatolá Jomeini decretó en 1989 sigue vigente aún hoy en día, y, de hecho, Salman Rushdie sufrió un ataque en agosto de 2022. Nos encontramos, además, con un caso en el que los traductores irónicamente han ganado en visibilidad al autor, ya que, por desgracia, uno de ellos, el japonés Hitoshi Igashari, fue asesinado.
Las cinco vidas del traductor Miranda fue publicada en 2022 por Funambulista, editorial fundada por Max Lacruz, hijo del escritor y editor Mario Lacruz, que se encargó de la edición española de Los versos satánicos. La novela trata sobre el traductor de esta obra al español, que utilizó el pseudónimo J. L. Miranda para firmar su traducción.
En esta novela, que gira en torno a la identidad, la culpa y la libertad, la traducción es una protagonista más. Nuestro «Miranda apócrifo», como se refiere el autor al traductor en algunas ocasiones, representa al gremio traductor a la vez que muestra la heterogeneidad de la profesión, porque también se dedica a ser guía turístico. Trata muchos temas clave en lo que a traducción editorial se refiere, por ejemplo, los plazos, la relación entre la lengua de partida y la de destino, además de la visibilidad de las personas que nos dedicamos a la traducción editorial, aunque hay un argumento que acapara la atención: la salud mental de los traductores, es decir, la relación que existe entre el trabajo como traductor y el ánimo de quien traduce.
Durante la lectura de las aventuras y desventuras de Miranda acuden a la memoria dos libros que también tratan la traducción editorial: La impostora, de Nuria Barrios, ya que en su ensayo la autora menciona una anécdota sobre la traducción del título de la novela de Rushdie, y El fantasma en el libro, de Javier Calvo, obra a la que Fernando Parras dedica unas palabras de agradecimiento en una nota previa de la novela. Es difícil no recordar, además, dos de los principios que María Teresa Gallego Urrutia incluye en su decálogo del traductor editorial: Traducir es mostrar y traducir es transgredir, ya que traducir Los versos satánicos es mostrar el universo que creó Rushdie en otras lenguas. Además, la fetua que amenazaba la vida de toda persona implicada en la publicación del libro tuvo que ser un desafío, una espada de Damocles que iba más allá de un tema lingüístico o editorial.
La novela es narrada, entre otros, desde el punto de vista del autor, Salman Rushdie, un joven que suponemos es musulmán, y Miranda. Parra Nogueras construye de este modo una especie de obra coral, en la que los principales personajes dejan oír su voz. La primera parte se titula «Traduttore, traditore» , mención clásica a ese impostor, ese traidor que se enfrenta a trasladar un texto a otra lengua según explica que se siente Nuria Barrios en su libro La impostora.
Otro tema que trata la obra es la precariedad de nuestro oficio, algo que en algunas ocasiones nos obliga a compaginar la traducción con otra profesión para ganar un salario digno. Todo ello acarrea algunos quebraderos de cabeza que comparten otros colegas más allá de las nuestras fronteras. El libro se ambienta en los años noventa, aunque creo que esta cuita sigue preocupando al gremio.
Las Cinco vidas del traductor Miranda muestra además la soledad de nuestro oficio. En ocasiones el ánimo decae si no recibimos encargos. De hecho, la irregularidad en el flujo del trabajo, que afecta especialmente a quienes se acaban de incorporar al gremio, es un argumento recurrente en la novela. Al mismo tiempo, se nos muestra al traductor como una figura atractiva por su continuo contacto con los libros.
Por otro lado, también se refleja la opinión del editor, a la sazón Mario Lacruz. Reconoce en la novela que se apresuró al tomar la decisión de traducir Los versos satánicos, algo que repercutió en la calidad de la traducción publicada (111). Sería muy interesante saber cuánto hay de ficción y de verdad en esta afirmación, aunque, por desgracia, el editor Max Lacruz falleció en el año 2002, por lo que resulta imposible contrastar esta afirmación.
Las cinco vidas del traductor Miranda es una novela intimista que nos pone en la piel tanto del autor como del traductor. Nos lleva, además, a reflexionar sobre el papel de la literatura como refugio en nuestras vidas y sobre las consecuencias de coartar nuestra libertad de expresión, situación que se produjo con la publicación de Los versos satánicos. Además, en este momento parece que todos somos más conscientes que nunca de la importancia de la salud mental, al igual que de las consecuencias que conlleva vivir en un mundo precarizado en el que la falta de dinero trastoca muchos ámbitos de nuestra vida; a todo ello hay que añadir la situación de este «Miranda apócrifo», que se ve sometido a un juicio paralelo por parte de la opinión pública.
Tal y como indicábamos en la cita inicial, el traductor perpetúa y multiplica la presencia del original. Todo ello nos lleva a leer otras obras de Rushdie que se aparten de la polémica originada tras los Versos satánicos, lo que nos permitirá disfrutar no solo de las obras en lengua original, sino también de las visiones perpetuadas y multiplicadas que nos ofrecen, por ejemplo, Javier Calvo en su traducción de Languages of Truth (Los lenguajes de la verdad, Seix Barral, 2023), o Luis Murillo Fort en su traducción de Victory City (Ciudad Victoria, Random House, 2023).
Aroa Masa Corral. Polifacética al igual que toda traductora, Lectora con Rayos X, como se titula un artículo de la revista Librújula. Firme defensora del asociacionismo, forma parte de ACE Traductores, ASETRAD y ATRAE. Ha obtenido una mentoría en la cuarta edición del programa en ACE Traductores. Le interesan la traducción literaria, la científica, la gastronómica o la de moda, entre otras. Se acercó a la traducción a través de la carrera de Filología Inglesa, estudió un Máster en Traducción y Mediación intercultural, para compaginar ahora su Doctorado en Traducción de cómic con la traducción y la lectura.
Gracias por la reseña, me ha resultado muy interesante. Me apunto, sin dudarlo, este libro para mi pila de lectura.