Lunes, 20 de marzo de 2023.
Continuamos en esta serie de entrevistas breves originada en el número 43 de VASOS COMUNICANTES, en esta ocasión con
Teresa Lanero (Málaga, 1977) cursó el Máster en Traducción para el Mundo Editorial de la UMA en 2012 y desde entonces traduce libros del inglés, el francés y el italiano al español. En 2020 recibió el premio Esther Benítez por la traducción de El clamor de los bosques, de Richard Powers (AdN), y el premio internacional de traducción de poesía en italiano M’illumino d’immenso.
Un libro sobre traducción
El que tengo más reciente es Se vive y se traduce, de Laura Wittner, una pequeña maravilla que recoge anécdotas, aforismos e historias breves con los que es imposible no sentirse identificada. «Traducir es ir pegada a la espalda de alguien», dice. Y más adelante: «Traducir es aprender a esquivar».
Una traducción favorita
No puedo elegir una traducción favorita, hay muchas y muy buenas, tanto de traductores consagrados como de colegas jóvenes, tanto de obras célebres como de libros que pasan por el panorama literario casi de puntillas. Recuerdo que, hace años, me impresionó mucho la traducción de Alta fidelidad de Miguel Martínez-Lage, porque tiene un tono macarra que me encanta y que considero muy difícil de reproducir sin que suene forzado. Más recientemente, cuando leí uno de los libros de Richard Powers que tradujo hace años Jordi Fibla, El eco de la memoria, sentí una fascinación parecida, tal vez porque me tocaba a mí verter las palabras de ese autor. Así a bote pronto, me parecen admirables el trabajo de Claudia Toda en La pared, el de Eugenia Vázquez-Nacarino con sus traducciones de Lucia Berlin, el Mumbo Jumbo de Inga Pellisa…
Un diccionario
Me encantan los diccionarios y compro muchos. En las librerías de segunda mano a veces se encuentran joyas a un precio estupendo y cuando algún colega recomienda un diccionario, me lo apunto y trato de hacerme con él, es casi enfermizo. El que más uso quizá sea el Diccionario combinatorio práctico de Ignacio Bosque, supongo que en esto no soy muy original. Mis descubrimientos más recientes han sido dos diccionarios monolingües en inglés. En primer lugar, el Slang Dictionary de Jonathon Green, que detalla los distintos significados del argot a lo largo de las décadas, lo cual me ha venido de perlas en una de mis últimas traducciones, una novela estadounidense bastante gamberra escrita en los años setenta. El segundo hallazgo reciente ha sido American Regionalisms, de Robert Hendrickson, que reúne expresiones regionales de las diferentes zonas de Estados Unidos, en ocasiones de uso muy autóctono y dificilísimas de encontrar.
La búsqueda más rara que he hecho en mi vida
No creo que mis búsquedas hayan sido especialmente raras. Acudir a foros de póker, a profesores de conservatorio, a una amiga farmacéutica para que investigue acerca de compuesto químico… Hace poco me pasó algo muy curioso. Buscaba una frase muy ambigua de uno de mis personajes, una expresión que no tenía ni pies ni cabeza y que me tuvo loca durante varios días. De pronto, di con la frase en una página rusa, pero yo no sé ruso, así que recurrí al traductor de Google, a sabiendas de todas su limitaciones, para ver si por ahí encontraba un poco de luz. La página resultó ser un foro de traducción y el traductor del libro al ruso, varios años antes, planteaba la misma duda que yo tenía y ofrecía las mismas soluciones que yo barajaba. En ese momento, sentí que algo que trascendía el tiempo, el espacio y el idioma me unía a esa persona, ya que conocía exactamente el proceso mental que le había llevado hasta allí. Después llegué a la conclusión de que, como casi siempre, la respuesta no era tan compleja: el personaje simplemente desvariaba de vez en cuando.