Translating myself and others, Jhumpa Lahiri

Viernes, 24 de febrero de 2023.

Translating myself and others, Jhumpa Lahiri, Princeton, University Press, 2022, 198 páginas.

 Almudena Otero Villena

He disfrutado mucho leyendo este libro, lúcido e inspirador, pero no me resulta fácil escribir sobre él. Quizás porque no es un texto lineal, con una clara y definible línea argumentativa, sino más bien fragmentario: reúne diez ensayos escritos entre los años 2015 y 2021, entre Italia y Estados Unidos, y presentados en orden cronológico; capítulos independientes pero a la vez estrechamente relacionados entre sí a través de numerosos ecos y resonancias, que nos trasladan en una especie de movimiento en espiral a través de diferentes aspectos de la traducción. El mismo título, Translating myself and others, nos indica ya que no se trata de un manual técnico sobre traducción (aunque no eluda ciertas explicaciones técnicas: por qué en una traducción opté por este término y no por el otro), sino de un libro en gran medida autobiográfico, de un recorrido personal en el que las reflexiones sobre la traducción y la literatura de Jumpha Lahiri se entremezclan con las alusiones a la propia trayectoria vital: a su infancia entre dos lenguas y culturas, su labor de escritora (tanto en inglés como en italiano) y de traductora y profesora, su estancia en Italia, sus lecturas de otros autores y lo que han significado en su vida, la experiencia de traducirse a sí misma, la epidemia de COVID y el confinamiento, la muerte de su madre.

En este sentido, el libro conecta directamente con otro anterior de Jhumpa Lahiri, In altre parole (En otras palabras, traducción de Marilena di Chiarana. Barcelona: Salamandra 2019) una obra en la que declara su amor por las lenguas (y en particular por el italiano) y comparte su experiencia de adentrarse y asumir como propio un idioma en principio ajeno, en lo que es al mismo tiempo una exploración de sí misma y de sus límites: el tratar de expresarse en otras palabras; el esfuerzo que implica y el descubrimiento y transformación que trae consigo. Una transformación que es equiparable —empleando una imagen que Lahiri cita en su nueva obra— a una metamorfosis corporal.

Translating myself and others se podría leer, en este sentido, como una continuación de In altre parole, con la diferencia de que aquí el foco se desplaza ligeramente introduciendo un nuevo elemento que aún no estaba presente en el anterior (como tampoco en la propia vida de Lahiri en ese momento): la traducción.  El libro se podría definir así como una reflexión sobre la esencia del oficio de traducir y sobre cómo este se entreteje con la misma experiencia de la vida. Porque, al fin y al cabo, ese proceso de trasladar un texto de un idioma a otro no es solo una técnica, sino también una vivencia profundamente íntima y personal, que nos conecta, como el hecho de escribir en una lengua aprendida ya tardíamente, con nuestra vulnerabilidad. Y, así, si En otras palabras Lahiri afirmaba: «Escribo en los márgenes, tal como he vivido desde siempre, en los márgenes de los países y las culturas. Una zona periférica donde no es posible que me sienta enraizada, pero donde ya me encuentro cómoda: la única zona a la que creo pertenecer de alguna forma» (p. 69), en Translating myself and others declara, citando a Calvino, que es la misma literatura la que habita en los márgenes: «La verdadera literatura opera en los márgenes intraducibles de cada lengua» (p. 143). Ya desde el principio; como alguien que ha crecido entre diversas lenguas y culturas, Lahiri es consciente de que la traducción forma parte de su misma naturaleza o estar en el mundo: «Traduzco, luego existo» (p. 2).

Al mismo tiempo, la labor de traducción y la de escritura están para ella estrechamente relacionadas; ambas son parte y expresión de la misma búsqueda vital y creativa: «Puede que haya empezado escribiendo mis propios libros, pero nací con un talante de traductora, ya que mi gran deseo era conectar mundos dispares» (p. 54-55). Si en la traducción damos voz a las palabras de otra persona, al escribir una obra literaria no podemos tampoco olvidar nunca que «no hay palabras que sean ‘mis palabras’ –simplemente las ordeno y uso de una forma determinada»  (p. 53). En varios momentos del libro la escritura y la traducción se revelan ambas como actos intertextuales y dialógicos que nacen de la apropiación, que habitan en la intersección y la referencia.

De hecho, en el caso de Jhumpa Lahiri fue la traducción la que nació de la escritura: comenzó a escribir en italiano para luego traducir del italiano. Pero, al mismo tiempo, nos recuerda que su actividad como escritora ha quedado indeleblemente marcada por su trabajo traductor. Porque, al fin y al cabo y como ya se ha repetido numerosas veces, no hay lectura más profunda que la de un traductor, y es al traducir una obra literaria cuando esta muestra, de una forma más clara que a través de la mera lectura, sus engranajes. La traducción nos ofrece otra mirada sobre la literatura: «El escritor o la escritora que nunca traduce tiene la desventaja de estar encerrado, como Narciso, para bien o para mal, en un permanente estado de autorreflexión» (pp. 58-59).

Hacia el final el discurso regresa de nuevo, de una forma quizás más manifiesta, al tema de la lengua y la identidad. El italiano, idioma que Jhumpa Lahiri ha adoptado también como modo de expresión literaria, no es ya la lengua de los otros, sino que es mi lengua, una de mis lenguas (afirma). Ante los que vinculan una lengua con una identidad nacional que se define frente a los otros, Lahiri recuerda que las lenguas tienen también, como las personas, una identidad híbrida y migratoria. Y la misma existencia de la traducción es la negación más clara y definitiva de esa actitud narcisista que caracteriza a una cultura «in love with itself» : un recuerdo de que todo en este mundo está, finalmente, sujeto al cambio y a las metamorfosis.

 

Almudena Otero Villena estudió Periodismo y Filología Alemana, y se doctoró con una tesis sobre novela artúrica, que realizó entre la Universidad de Santiago y la Freie Universität Berlin (Zeitauffassung und Figurenidentität im Daniel von dem blühenden Tal und Gauriel von Muntabel, Göttingen: V&R unipress 2007). Dos becas posdoctorales, en las universidades de Colonia y Princeton, le permitieron investigar sobre mística femenina medieval. Ha traducido, entre otros autores, a Mechthild von Magdeburg, Ludwig Tieck, Martin Heidegger, Carl Schmitt, p.m. (Hans Widmer), a la etnóloga Heike Behrend y a la teóloga Hildegund Keul. Es además autora del ensayo ‘ayn. O ollo e a fonte (Rianxo: Axóuxere 2017) y del poemario Diario dos mapas. Un ensaio de topografía norteafricana (Pontevedra/ Bragança Paulista: Urutau 2020).