Dice nuestra ya ampliamente mencionada mama Ru que, «cuando los tiempos se ponen duros, los duros se reinventan». Y eso, indudablemente, le ocurre también al lenguaje. Si bien ya hemos hablado de la principal transformación (lo siento, no he podido evitarlo) de la práctica a su actual denominación de drag, nos quedan por comentar términos en inglés que resultan muy habituales y pueden dar más de un quebradero de cabeza al traductor.
Tenemos, por una parte, la natural evolución temporal de los términos hacia la internacionalización, por lo que, aunque las más experimentadas del lugar hablan de «reinas», «reinonas» y «drags». Las que quieren darle un toque profesional dicen «transformista» y las más jóvenes tienden a ser «dragqueens», «drags» o «dragonas», huyendo del casticismo monárquico.
En contrapartida, al drag king (la práctica de satirizar lo tóxico de la hombría para empoderar masculinidades menos valoradas y contestar los planteamientos cisheteropatriarcales, según Sara Rodríguez, alter ego del reinón Hapi Hapi) se le suele llamar, sencillamente, king. Y a la figura quings que huye del binarismo, denominada también club kid, también se le respeta el calco.
Entre los tipos de queens tenemos las que se distinguen por los adjetivos que las preceden. Dark queens, big queens, shady queens y fishy queens se arreglan como «drags oscuras» o «drags góticas», «drags caderonas», «drags venenosas» y «drags hiperfemeninas», aunque cada vez más se denominan en inglés directamente, y las fishy acaban por ser descritas como «drags que parecen tías» o «mujeres», o con giros como «es muy mujer», «engaña» o «no se le nota»; para los más jóvenes, no obstante, son «femmes» o «fem».
Otro atolladero es el que supone la posibilidad en inglés de hacer que cualquier sustantivo que precede a otro se convierta en adjetivo, lo que da a estructuras como la de las famosas welfare queens que nada tienen que ver con nuestro tema, pero que en el «mundo travesti» se reproducen en: comedy queen, fashion queen o pageant queen. Como diría un ordenador, esto no es computable en español, donde solo algunas han salido de la precariedad. Desgraciadamente, aquí hay que tirar de perífrasis e intentar que tengan toda la gracia que sea posible: drag «más de micro» o «más de la risa», «más de desfile» o «más de looks» y «más de competición» o «más miss», respectivamente, podrían funcionar. Pero se invita a los lectores a probarse en el asunto. Y en su traducción.
Terminaremos esta entrega comentando cómo traducir in drag y full drag, que para empezar suponen un reto de comprensión. Si es una drag, ¿puede no ir in drag? Ay, entes, damas y caballeros: si una es traductora, ¿puede quitárselo de la identidad? Pues lo mismo, ser drag se es aunque una vaya «cisfrazada». Pero, si va in drag, «va montada» o «transformada» o «travestida», de no ser que sea muy joven y vaya «en drag». Y si va «en full drag», «va montada entera» o «toda montada» y se supone que ha puesto toda la carne en el asador.
Como última entrega (no se vayan, aún hay más), nos gustaría tratar algunos de los trucos que supone «montarse» y algunas de las actividades de competición drag. Eso será quizá demasiado para estómagos débiles, pero ustedes, seguro, los tienen resistentes. Aquí los esperamos.