Jueves, 18 de junio de 2020.
Claudia Isa Baricco
La bella e inteligente Tarja Roinila, con sus cabellos rojos y esos vestidos de colores vivaces que tanto le envidié. Tarja era oriunda de Jyväskylä, una ciudad situada en el centro de Finlandia, a unos doscientos setenta kilómetros de Helsinki, donde vivía. Pero si el nombre de la ciudad me resulta impronunciable y, siendo del sur, no me resulta nada fácil imaginarme la vida a una latitud más septentrional aún que la de Helsinki, cuando conocí a Tarja todo fue simple y cercano. Fue en abril de 2019, en la casa de traductores literarios de Straelen, en Alemania. Tarja, que tenía tras de sí una larga carrera como traductora del español, el francés y el alemán, estaba dedicada por entonces a otra tarea. Había empezado a escribir un ensayo sobre el bilingüismo y el multilingüismo, basado en su experiencia personal con los idiomas y la traducción literaria. La editorial Teos acaba de publicarlo en su página web (en finés, por ahora): Puhujaksi puhujien joukkoon (algo así como: As a speaker among speakers, Como una hablante más entre otros hablantes).
La niña que a los nueve años adquiere la conciencia traumática de que jamás será otra persona es la misma mujer que escribe que a menudo se despierta pensando: «Tarja Roinila», y siente cierta claustrofobia. De madre alemana y padre finlandés, Tarja crece en Finlandia con el finés como lengua materna. El alemán está ahí, pero es más bien el idioma de esa familia de tíos y primos que visita en las vacaciones en St. Peter Ording, en Hamburgo. Será muchos años después cuando se vuelque en este idioma profesionalmente. Tarja se hará traductora literaria en un acto de rebeldía, en contra del deseo de su padre, aunque más tarde este —profesor de alemán y traducción— le confesará que había sido su sueño. El francés y el español, más que simples conocimientos que incorpore en sucesivas residencias en Francia y España, serán nuevas vidas. Renacer, escribirá, no es una palabra demasiado grande para lo que significarán para ella. Cuando lee el libro de Mia Kankimäki sobre las mujeres exploradoras del siglo xix, pioneras de la emancipación que, desafiando peligros y prejuicios, partieron rumbo a África y otros destinos, Tarja, que tiene alma de aventurera, piensa que «algunos necesitan suelo extranjero para ser libres», y que quizá ella fue a España para nacer allí; es liberador ser una principiante. Con respecto al español, que hablaba con una fluidez y una pronunciación extraordinarias, le gustaba recordar lo que alguna vez había dicho John Le Carré refiriéndose al alemán: love on first hearing, «amor a primer oído».
Con respecto al español, que hablaba con una fluidez y una pronunciación extraordinarias, le gustaba recordar lo que alguna vez había dicho John Le Carré refiriéndose al alemán: love on first hearing, «amor a primer oído»
Y sigo leyendo. La traducción de obras de ficción. Cuando las traduce y trabaja con un diccionario bilingüe, se vuelve loca. Busca frenéticamente ideas y respuestas, porque su tarea es decir «lo mismo», pero en finés: convertirse en la autora de la obra en la lengua a la que traduce. Al mismo tiempo sabe que incluso un buen diccionario bilingüe es como una especie de chiste. Las lenguas no se corresponden punto por punto. Pero hay que sacar el finés a través de algo, extraerlo de la succión de la lengua original. ¿Por qué el proceso no puede ser en ambas lenguas a la vez?, se pregunta. Tarja descubrirá que es una y muchas porque vive en varias lenguas al mismo tiempo. Eso —y no la suma de monolingüismos, escribe con júbilo en su ensayo— es el mundo del multilingüismo que ella habita.
Tarja impulsó sus proyectos de traducción. Tradujo a Rulfo (la suya fue la primera traducción al finés de Pedro Páramo y El llano en llamas), a Cortázar, a Bernhard (suscitando un boom de este autor en Finlandia), Samuel Beckett, Herta Müller, Bernardo Atxaga, Rafael Alberti, Roland Barthes o Maurice Merleau-Ponty, entre otros. Su obra como traductora le valió el Premio Nacional de Literatura. Dirigió los talleres de traducción Vice Versa alemán-finés. Fue miembro del consejo asesor de FILI, entidad que promueve y apoya la traducción de literatura finlandesa al español.
Tradujo a Rulfo (la suya fue la primera traducción al finés de Pedro Páramo y El llano en llamas), a Bernhard (suscitando un boom de este autor en Finlandia), Samuel Beckett, Herta Müller, Bernardo Atxaga, Rafael Alberti, Roland Barthes o Maurice Merleau-Ponty
En 2003 fue invitada a la semana de editores organizada por Gabriela Adamo para la Fundación Typa, en Argentina, donde se destacó por una visión de la literatura latinoamericana sensible y al mismo tiempo fresca, sagaz y liberada de clisés. «¿La literatura latinoamericana tiene que venderse como literatura latinoamericana o puede ser sencillamente literatura?», preguntó. «Porque si tiene que ser literatura latinoamericana, aparece la cuestión del exotismo: calor, trópico, realismo mágico. Algo que se difundió mucho y que ahora está jugando en contra de esta literatura; si no es así, no interesa». Y planteó que literatura latinoamericana podía ser cualquier cosa, como demuestra el caso de Borges. Y fue más lejos: «¿Por qué los libros de acción, de entretenimiento, tienen que ser sajones?».
Tarja Roinila falleció en un accidente con su bicicleta en Helsinki el pasado 19 de mayo. A petición de los amigos comunes Alexandros Kypriotis y Mohammad Hemati, también ellos traductores literarios, la descifro a través de algunos recuerdos y, heréticamente, lo sé —aunque probablemente nos reiríamos juntas—, por medio de los intrincados caminos del Google translator del finlandés al inglés y luego mi traducción al español. Perdimos su compañía, pero nos quedan sus recuerdos y sus textos. Otra forma de buena compañía.
Cuando regresó a casa desde Straelen, escribió: «Muchísimas gracias por tu mensaje, que me ha hecho más suave la transición. Todo el día en el tren viendo los árboles y dejando que todo lo vivido fluya por la mente. Realmente han sido un viaje y una estancia muy especiales, me siento agradecida. Amanecí en casa de mi ahijada, hace sol». Buen viaje, Tarja.
Claudia Isa Baricco (Buenos Aires, Argentina) es licenciada en Letras por la UBA. Becada por el DAAD, asistió a cursos de Germanística y Filología Fílmica en la LMU. En su vida profesional se ha movido siempre entre los campos de la literatura, el teatro y el cine. En el ámbito de la traducción se ha dedicado al subtitulado de películas y, como traductora literaria del alemán al español, a la prosa y el teatro. Entre otros autores ha traducido a Hermann Broch, Elfriede Jelinek, Heiner Müller, Marius von Mayenburg, Lukas Bärfuss, Walter Kappacher, Alissa Walser, Josefine Rieks, Sibylle Lewitscharoff y Benjamin Stein. Actualmente reside en Berlín.
Tarja Roinilla colaboró en el número 52 de VASOS COMUNICANTES con la traducción al finés de La cuna, publicada en febrero de 2020.