Lunes, 3 de marzo de 2025.
Joaquín Fernández-Valdés ha traducido del ruso la obra de Lev Tolstói La muerte de Iván Ilich, Alba editorial, enero de 2025.
Sinopsis de la obra
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, lo primero que piensan sus colegas es que se ha producido una vacante y en lo que supondrá para ellos en materia de ascensos y traslados. Ya en casa del difunto, con él de cuerpo presente, la viuda está especialmente preocupada por el precio de la parcela del cementerio y por cómo conseguir del Estado un incremento de su pensión. A partir de aquí, la novela vuelve atrás para contarnos la vida de Iván Ilich, que siempre se esforzó en ser «ligera, agradable y decorosa» y dentro de un círculo social «de lo más selecto». Pero un día se da un golpe en el costado cuando señala a un tapicero cómo colocar unas cortinas y cae enfermo. Presa de un dolor insoportable que los médicos vacilan en diagnosticar y tratar, él va comprendiendo poco a poco que la muerte, al contrario de lo que creía, no es algo que únicamente les ocurre a los demás. Y en los extremos de su agonía se pregunta desesperadamente si su vida no habrá sido un error y una mentira, mientras un pretendiente pide la mano de su hija y toda la familia se viste de gala para ir al teatro a ver a Sarah Bernhardt. Solo un criado paciente, «alegre, radiante», no le engaña y se vuelca en aliviar su sufrimiento.
Comentario del traductor sobre la traducción
La muerte es una constante en la obra de Tolstói; fue algo que lo aterrorizó, fascinó y obsesionó toda la vida. En 1886, algunos años después de la terrible crisis espiritual que lo había sumido en una profunda depresión y sobre la que había reflexionado en Confesión (1884), publicó La muerte de Iván Ilich. No es extraño, por ello, que esta novela corta pueda recordar de algún modo a su prosa educativa y religiosa: uno percibe algo bíblico, contundente y riguroso, las mismas figuras retóricas, una voluntad de sencillez, sin adornos ni artificios.
Tal como afirmaba Nabókov en su Curso de literatura rusa (traducido por María Luisa Balseiro):
El estilo de Tolstói es un instrumento de un peso y una complejidad maravillosos […]. Para describir una meditación, una emoción o un objeto tangible, Tolstói sigue los contornos de ese pensamiento, esa emoción o ese objeto hasta quedar perfectamente satisfecho de su presentación y recreación. Ello supone lo que podríamos llamar repeticiones creadoras, una serie apretada de enunciados reiterativos, que se suceden uno tras otro, cada cual más expresivo, cada cual más apropiado a lo que quiere decir Tolstói. El escritor va tanteando […].
Esto hace que al enfrentase a la traducción de La muerte de Iván Ilich uno tenga una sensación casi física —especialmente en los capítulos finales— de seguir grandes círculos, de dar rodeos hasta llegar a una meta que Tolstói conoce bien y a la que nos arrastra. No es de extrañar, pues, que en esta obra tropecemos con estructuras repetidas, con frases y palabras reiterativas que le confieren algo bíblico, algo de mantra religioso.
Esta característica es tan importante que uno tiene que evitar la tentación de pulir el texto de Tolstói, porque si lo hiciera lo despojaría de gran parte de su fuerza. Porque en Tolstói, igual que en todos los grandes escritores, el cómo es tan importante como el qué.
La sección de NOVEDADES TRADUCIDAS ofrece a los traductores un espacio donde analizar las dificultades a las que han tenido que enfrentarse al traducir una obra concreta. Animamos a todos los traductores a colaborar: véase la plantilla en este enlace.