Trigos de tantas primaveras

Viernes, 1 de abril de 2022.

Por esas cosas de la vida, el número 61 de VASOS COMUNICANTES echa a andar prácticamente a la par que la nueva junta rectora de ACE Traductores, recién elegida en la asamblea de 2022.

Por esas cosas de la vida, cuando la asociación está a las puertas de celebrar su cuadragésimo aniversario, toma el relevo de sus riendas una junta cuya mayoría de sus miembros nació casi a la par que ella. Las generaciones que la formamos crecimos al amparo de quienes primero araron y después sembraron ―sin medios mecánicos, además― unas semillas cuyos frutos hemos podido recoger sin tanto sudor, con mejores y más modernas herramientas.

Es cierto que ha habido años de malas cosechas cuyas consecuencias seguimos sufriendo hoy. Es cierto que hay momentos en que nos planteamos si no estamos vendiendo a pérdidas[1], momentos en los que solo vemos eriales y no el campo florido y hermoso que nos prometíamos cuando empezamos en la profesión.

Pero también ha habido buenas añadas cuyas reservas precisamente nos han ayudado a mantener la esperanza y las fuerzas para seguir sembrando y cultivando.

Queda mucho por sembrar. Quedan muchas cosechas. Dos de ellas las esperamos como agua de mayo. La primera es la aprobación de todas las leyes y reglamentos del Estatuto del Artista, el Autor/Creador y el Trabajador de la Cultura, en la que parece que ya vemos brotes verdes gracias a que al fin han empezado a entender cómo cuidarla otros sectores. La segunda es la transposición de la directiva europea sobre derechos de autoría, un poco más lenta en su crecimiento, no sabemos si afectada por los distintos temporales que nos azotan desde hace dos años.

Con todo, si algo nos han enseñado las y los colegas que han cultivado la asociación hasta ahora, es que no hay que dejarse cautivar por los frutos más vistosos, sino cuidar de todos, que todos alimentan. Por eso, empezamos la nueva temporada de siembra con la vista puesta en todos los terrenos, en los más áridos y en los más fértiles, sin perder de vista el pasado, pero pensando en el presente y para el futuro. Para que nuestros frutos no crezcan a costa de agotar la tierra para las nuevas generaciones. Ni de apartar a las precedentes y a las actuales.

Porque, en palabras de Nadezhda Udaltsova, «no queremos aplastar a quienes han llegado antes que nosotros ni a quienes vendrán después. Queremos el derecho a crear, a trabajar. Queremos igualdad y libertad en el arte».

[1] Tomo prestada esta expresión a Claudia Toda.

 

Marta Sánchez-Nieves Fernández es presidenta de ACE Traductores.