A propósito de la traducción de «The Road not Taken» de Robert Frost

Viernes, 11 de diciembre de 2020.

Pedro Pérez Prieto

Es tanto lo que se ha escrito sobre este poema que uno podría pensar que ya se ha dicho casi todo. De cerca, los árboles no nos dejan ver el bosque y el sotobosque nos impide discernir el sentido del camino tras la curva; pero como el camino se hace al andar, conviene decidirse a transitar por el camino elegido, por el poema, y ya iremos viendo o imaginando qué se deja atrás y a dónde nos lleva e imaginando qué pudo haber sido, que es y qué será. Pero lo que ahora me ocupa y me preocupa es la traducción al castellano de su primer verso, que dice: Two roads diverged in a yellow wood.

Creo que lo primero de todo es prestar atención a las palabras. Solamente dos palabras de este verso podrían suponer alguna dificultad a la hora de trasladarlas al castellano. Me refiero a roads y diverged. Roads se ha traducido de diferentes formas. Encontramos «caminos», «sendas», «senderos» etc. Pero nadie mejor que el autor del poema para saber cuál es el sentido. En cierta ocasión, cuando alguien se refirió a este verso como two paths diverged in a yellow wood, Robert Frost le corrigió inmediatamente y se lo repitió con cierto enfado, enfatizando roads. Es conveniente comentar la diferencia que existe entre path y road.

Road: a long, narrow stretch or way of land with a levelled surface, made for travelling.
Path: a way or small passage on the ground beaten by human or animal feet.

A path le correspondería «senda» en castellano. Y el DRAE dice de «senda»: «Camino más estrecho que la vereda, abierto principalmente por el tránsito de peatones y del ganado menor». Y, respecto a «camino»: «Vía que se construye para transitar».

En lo que insistía Frost era en el hecho de que road (camino) es una vía construida para transitar mientras que path (senda) no está construida o pavimentada sino que se ha formado por el tránsito de personas o animales. Como «carretera» no es lo apropiado en este caso; dejémoslo en «camino», que tiene ese sentido y parece lo más adecuado en un bosque.

En cuanto a diverged, existe una traducción muy citada –es la versión más reproducida en internet–, cuyo primer verso dice «dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo». Es preciso señalar que un camino se bifurca cuando se divide en dos. Si dos caminos se bifurcan, tendríamos cuatro caminos, y el poema dice claramente que son dos.

Dice el DRAE de bifurcarse: «1. prnl. Dicho de una cosa: Dividirse en dos ramales, brazos o puntas. Bifurcarse un río, la rama de un árbol»

Por lo tanto, «se bifurcaban» no es equivalente a diverged. «Se abrían» es otra opción que se ha presentado; pero parece conducir a la misma idea que «se bifurcaban». Lo más parecido, ajustado y, por tanto, equivalente sería «divergían».

«Divergir: Dicho de dos o más líneas o superficies: Irse apartando sucesivamente unas de otras».

Parece ser que si se utiliza «divergían», al ser cuatro sílabas se considera un estorbo para conseguir un endecasílabo o, incluso, un alejandrino; pero ocurre que los versos del original no todos tienen el mismo número de sílabas y lo que importa es el número de acentos en cada verso, que son cuatro. Además, si hacemos caso a Frost y a su teoría del sentido del sonido, esto debería prevalecer sin importar el número exacto de sílabas y sí el número de acentos. Entonces, creo que lo más acertado podría ser una traslación en la que ni se añade ni se quita nada, con todas y cada una de las palabras y acentos del original.

Two roads diverged in a yellow wood

Dos caminos diveran en un bosque amarillo

Para el resto habrá que estar atentos a las características estilísticas. La rima, puesto que aparece en el original –y que no es un sonsonete como se proclama con mucha frecuencia–, debería estar en la traducción pues no solamente actúa en el plano fónico proporcionando sonoridad, musicalidad y ritmo de timbre, sino que también lo hace en el plano semántico, ya que da lugar a una relación significativa entre dos palabras que el azar da como relacionadas. Todo ello para conseguir una equivalencia estilística, pragmática y semántica. Se suele decir que la traducción es incompleta si no hay equivalencia estilística y pragmática; pero que, si no hay equivalencia semántica, la traducción es incorrecta. No veo cómo puede haber una equivalencia semántica sin que vaya acompañada de una equivalencia estilística y pragmática ya que el contenido está en la forma y la forma es el contenido desplegado.

No parece que traducir este poema pueda resultar muy complicado. Siendo sencillo en la expresión, resulta sin embargo complejo en su interpretación. Muchos son los que se empeñan en dar su interpretación como la más adecuada. ¿Que se presta a muchas interpretaciones? Si el lector quiere elucubrar, está en su derecho. Cada uno es muy libre de interpretar un poema como quiera. No seré yo quien diga qué emociones o qué sentimientos ha de despertar en el lector. Y esto es así a pesar de que la intención del autor pudiera haber sido muy concreta, como lo es en este caso, pues Robert Frost lo ha comentado. Escribió este poema para su amigo Edward Thomas y lo hizo simplemente porque le extrañaba y le parecía divertida la actitud de Thomas cuando, en los numerosos paseos que daban por el bosque, este trataba de enseñarle algo extraordinario y, al no encontrarlo, mostraba su pesar porque el camino elegido no los había llevado a esas maravillas prometidas. Y Frost le reprochaba: «No matter which road you take, you’ll always sigh, and wish you’d taken another».

Pero a Thomas no le pareció divertido en absoluto y lo interpretó de forma muy diferente a la intención del poeta al igual que podrá hacer cualquier lector. Lo que sí parece estar bastante claro es cuál debería ser el comienzo en castellano: «Dos caminos divergían en un bosque amarillo…»

 

 Pedro Pérez Prieto (Navaescurial, Ávila, 1953) es licenciado en Filología Moderna (Francés e Inglés) por la Universidad de Salamanca, y en Filología Española por la UNED. Traduce poesía de forma continuada desde el año 2003. Su traducción de los Sonetos de William Shakespeare (Nivola, noviembre de 2008) recibió en 2009 el Premio Esther Benítez que otorga ACE Traductores. Ha traducido Arena y espuma y una selección de Dichos espirituales, de Gibran Kahlil Gibrán bajo el título de Aforismos en la colección A la mínima en la editorial Renacimiento. En noviembre de 2014 se publicó su antología bilingüe Poesía en lengua inglesa. Antología esencialEl Corsario, de Lord Byron, en 2015; una reedición revisada de los Sonetos de William Shakespeare en 2016 e Historia de Cardenio, de Shakespeare y Fletcher en 2017; todas estas en la editorial Sial Pigmalión y en edición bilingüe. En esta misma editorial aparecerán próximamente Poemas sobrenaturales, de Coleridge y otras dos antologías. Acaba de publicarse Poemas, de Christopher Caudwell y no tardará en aparecer Tres poemas, de Hannah Sullivan.