Viernes, 12 de junio de 2020.
D’hulst, Lieven y Van de Poel, Chris (ed.): Alles verandert altijd. Perspectieven op literair vertalen. [Todo cambia, siempre. Perspectivas sobre la traducción literaria]. Lovaina: Leuven University Press, 2019. 278 páginas.
Carmen Clavero Fernández
Cambio, transformación, mutación, modificación, metamorfosis, alteración, variación, renovación, traducción. Alles verandert altijd es una prueba más de que vivimos en un mundo globalizado y en continua revolución tecnológica. El libro, editado por Lieven D’hulst y Chris Van de Poel y publicado por la editorial Leuven University Press, es una iniciativa del Centro de Especialización para la Traducción Literaria (ELV). Todo cambia, siempre, y todo incluye también nuestra amada profesión. Esta recopilación de artículos sobre las diferentes perspectivas de la traducción literaria contribuye a gestionar bien el cambio y es un manual indispensable para que los traductores noveles y veteranos caminen bien pertrechados. Lo contrario comprometería seriamente el futuro del oficio intelectual más antiguo de la humanidad, el nuestro.
Caminar pertrechados como idea clave es algo que me rondaba la cabeza mientras pasaba de un texto a otro. Quizás se deba a que nací en Santiago de Compostela. Para que me entendáis, el primer capítulo versa sobre lo que necesitamos hacer y saber para desarrollar bien nuestra práctica; el segundo sobre los conceptos clave de la traducción literaria; el tercero sobre géneros literarios; y el cuarto sobre lo que viene después de la traducción. Y así, yo me imaginaba a los autores del primer capítulo poniéndose en la piel de un peregrino que tiene que decidir cómo, cuándo y con quién se pondrá en marcha. A los del segundo ayudándole con su avituallamiento, a los del tercero informándole sobre las distintas rutas que puede tomar y a los del último recordándole que la aventura es interminable.
En la primera parte, y siguiendo con el símil, se nos invita a ir por el buen camino: ¿cómo convertirse en traductor literario?, ¿qué necesito para serlo?, ¿cómo me documento?, ¿qué y cómo leo?, ¿cómo debe ser mi relación con el autor?, ¿cómo se traduce un clásico?, ¿cómo traducir en pareja? Son solo algunas de las preguntas para las que encontraremos respuesta. Asimismo, descubriremos que no serás el primero ni el último en pedirle al autor un plano de la casa descrita en su libro, que tenerle miedo a los errores es una estupidez y que la traducción es una combinación de tres cosas: leer bien, escribir bien y convertir lo bien leído en bien escrito.
Los artículos agrupados en el segundo capítulo, de corte más teórico, nos presentan el amplio abanico de conocimientos que necesita todo traductor literario para completar con éxito su periplo. Se repasan los pilares de la teoría traductoril, desde la teoría de la equivalencia hasta el entusiasmo por la traducción creativa, la traducción de realia, la transcreación, el humor, la intertextualidad o el reto de los textos multilingües. Descubrimos qué significa dormir en forma de río en japonés o “tú” en neerlandés, que la traducción es una búsqueda continua del equilibrio ideal entre pérdida y enriquecimiento, que todos los textos escritos y por escribir están, de una forma u otra, conectados, y que, al igual que los fontaneros, contables o neurocirujanos, los traductores literarios se enfrentarán a situaciones imprevistas que no podrán resolver echando mano de las pautas, teorías o doctrinas ya establecidas. Y es que, como fiel compañero de la traducción, su componente artístico no entiende de límites ni de restricciones.
El penúltimo capítulo versa sobre algunos géneros que engloba la traducción literaria: la prosa, la poesía y el teatro, pero sin olvidar la filosofía, la no-ficción literaria y la literatura infantil y juvenil. Por un lado, con este capítulo tanto profesionales como investigadores perfeccionarán sus conocimientos sobre los problemas, controversias y soluciones presentes en la traducción de cada uno de estos géneros. Por otro, también resultará muy útil como guía para traductores noveles deseosos de elegir su camino: el género que mejor se adapte a sus capacidades y expectativas. A ambos, expertos y principiantes, se dirigen los autores para recordarnos que los traductores somos especialistas a corto plazo, que no es lo mismo traducir que ser traductor, que cada traducción es una interpretación y que siempre hay margen para mejorar y cambiar: siempre hay margen para una próxima traducción.
Y con el cuarto capítulo llegamos al final del camino y vislumbramos lo que nos espera “después” de la traducción. El proceso de la revisión o, mejor dicho, de las revisiones, se considera tan importante y difícil como la traducción en sí misma. Pero nuestra misión tampoco finaliza aquí y, después de que el texto haya pasado por infinitas manos revisoras, hay que promocionarlo y colocarlo en el mercado, explorar cómo atraer lectores y conseguir que añada valor a nuestro currículum. Las fórmulas empleadas por los letterenfondsen flamenco y holandés para evaluar traducciones también son tratadas en este capítulo.
Y así llega nuestro traductor peregrino al final de este libro de 23 paradas y 23 caminantes: Erik Bindervoet, Henri Bloemen, Paul Claes, Harm Damsma, Goedele De Sterck, Nicolette Hoekmeijer, Jeanne Holierhoek, Onno Kosters, Stella Linn, Niek Miedema, Janny Middelbeek-Oortgiesen, Philippe Noble, Jelle Noorman, Franco Paris, Désirée Schyns, Carlo Van Baelen, Laura van Campenhout, Jeroen Vandaele, Chris Van de Poel, Barber van de Pol, Luk Van Haute, Fedde van Santen e Ine Willems. Cansado pero satisfecho, el lector termina su periplo con nuevos conocimientos, con la cabeza rebosante de reflexiones y mejor preparado para una nueva peregrinación. Porque, aunque ya haya explorado cientos de rutas y cuente con años de experiencia, como decíamos al principio, la aventura de todo traductor es interminable. Porque Todo cambia, siempre.
Carmen Clavero Fernández es traductora y coordinadora de un equipo de traductores en Tiqets, Ámsterdam. Tras obtener el Grado en Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca, realizó en esta misma universidad el Máster en Traducción y Mediación Intercultural, con estancias en KU Leuven e ISIT París. Su carrera como traductora literaria se desarrolla en torno a la traducción de obras del neerlandés al español. Además, participó en el proyecto de traducción The Chronicles 2018 y forma parte del proyecto europeo CELA como traductora NL>ES. Entre sus traducciones destacamos Ocupados pero protegidos – Bélgica y el marqués de Villalobar durante la Primera Guerra Mundial, de Truus Van Bosstraeten (Ediciones el Viso, 2019), DEBURKANIZACIÓN, de Rachida Lamrabet (Microteatro Madrid, 2018) y el libro de literatura infantil Ik Ben Polleke Hoor!, de Guus Kuijer, cuya próxima publicación corre a cargo de Ediciones Castillo.