Después de Babel. Aspectos del lenguaje y la traducción, de George Steiner

1993 – Actualizada el 4 de febrero 2020.

Reseña aparecida en VASOS COMUNICANTES 1, verano de 1993

Después de Babel. Aspectos del lenguaje y la traducción, GEORGE STEINER, 583 páginas. Fondo de Cultura Económica. Sección de Lengua y Estudios Literarios. Primera reimpresión en español, 1981. Traducción de Adolfo Castañón

Es difícil reseñar en unas pocas líneas esta gigantesca obra que es Después de Babel. Quienes la conozcan comprenderán de inmediato a qué me refiero y quienes aún no hayan tenido el placer, pues un auténtico placer es su lectura, de leerla harían bien en hacerlo cuanto antes. Hay en ella un análisis riguroso de lo que el propio Steiner llama la paradoja de Babel, la asombrosa abundancia de lenguas —más de tres mil, sin contar los dialectos— que se hablan en el mundo y del papel central que la traducción desempeña en la comunicación, la difusión del pensamiento y la cultura y la propia coexistencia de estos miles de lenguas. Pero este libro es mucho más que un tratado de traducción, mucho más que un estudio sobre ese fenómeno misterioso y apasionante que es el lenguaje, mucho más que un compendio erudito de citas y autores que en el curso de los siglos han aportado algo nuevo al estudio del lenguaje y de la traducción. Steiner, que es sin lugar a dudas uno de los mayores sabios que ha dado el siglo XX, aborda la cuestión desde una óptica multidisciplinar y presenta la historia de la traducción en Occidente como la historia del saber, del pensamiento religioso y filosófico, de la antropología y la literatura. El problema de la traducción, ese arte tan inconcreto y abstracto para el que aún no existen sino vagas aproximaciones teóricas, se presenta aquí casi como centro de gravedad en la historia de la humanidad, como una imbricada red que en el curso de miles de años haya ido extendiéndose de disciplina en disciplina hasta configurar el conjunto de la cultura, pues en realidad tras la práctica de la traducción se encierra la necesidad de recuperar el pasado, de hacerlo presente y vivo, de reivindicar una herencia cultural de siglos que ennoblece a la especie humana. Este proyecto, lúcido y crítico, de abrumadora diversidad temática, trasciende con mucho los límites de la lingüística o el mero análisis científico del fenómeno del habla y del lenguaje, esa patria a la vez íntima y común a todos los seres humanos. Es oportuno señalar, sin que ello sirva para disuadir de su lectura, que la traducción al español de esta obra es —paradójicamente— más bien deficiente, por lo que resulta más recomendable leer este imprescindible en su versión inglesa original.