Apasionadas preferencias, de Olivia de Miguel

Lunes, 15 de diciembre de 2025.

Apasionadas preferencias. La mirada del traductor, de Olivia de Miguel. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2025

Ara de Haro

Corazonada literaria de una traductora apasionada

Sin duda es un privilegio cuando una traductora de la trayectoria y el reconocido talento de Olivia de Miguel decide compartir con todos nosotros, los y las letraheridos sin remedio, su aventura de traducción tanto personal como intelectual y editorial. En su libro Apasionadas preferencias encontramos relatadas con refrescante sinceridad, no exenta de ironía, en un tono amistoso y con bellas citas, la historia resumida de su recorrido vital entre las altas cimas de la literatura en inglés.

Olivia de Miguel no lo tuvo fácil en su camino como traductora; sin embargo, una larga carrera docente en la que logró hitos como crear el Máster en Traducción Literaria y Audiovisual así como el Postgrado de Traducción Literaria en la Universidad Pompeu Fabra, y también importantes reconocimientos como el Premio Ángel Crespo de traducción 2006 por Autobiografía de Chesterton y el Premio Nacional de Traducción 2011 por Poesía Completa de Marianne Moore avalan tanto su calidad como su entrega y esfuerzo.

Muy adecuadamente todo empezó en su adolescencia: verano, Biarritz, la playa y Colette. Palabras casi sinónimas que nos evocan ese azul tenue, frágil y maravillosamente esperanzado en el que parecen caligrafiadas las lecturas de la juventud. Después, sin embargo, fueron Londres, Dublín y, en definitiva, la literatura angloirlandesa y norteamericana las que se llevaron el gato al agua, consiguiendo hacerse con su devota atención y amoroso estudio, a pesar de las adversidades, las pensiones modestas y la incesante lluvia.

Durante mucho tiempo tuvo que compaginar el trabajo docente con la actividad de traductora; sin embargo, De Miguel fue capaz de encontrar un equilibrio en esa vida profesional duplicada. Según ella misma ha relatado, esa doble vertiente le permitió desarrollar su Dr Jekill y Mr Hyde, consiguiendo que la parte más social, expansiva y comunicativa de su personalidad se volcase en su labor docente, mientras que en la traducción afloraba su personalidad más meticulosa, individualista y silenciosa.

Algunos de los autores ingleses que han pasado por sus manos en su camino al español son Kate Chopin, Henry James, Oscar Wilde, Joan Didion, George Orwell, G. K. Chesterton, Willa Cather, Mary Wilkins, Margaret Oliphant, e.e.cummings, Virginia Woolf, Vernon Lee y Djuna Barnes. Es quizás inevitable deducir que se interesa por autores progresistas, con sentido del humor, en algunos casos feministas y, por distintos motivos, secretos, es decir no evidentes, no directos, sino sutiles, con posibles dobles y hasta triples lecturas, con conciencia de no querer revelar todo. Esto es a veces porque las preferencias sexuales o las posturas políticas y personales de estos autores chocan con la censura de su momento, el statu quo de lo que es aceptable, lo que los lleva en sus textos a un juego que les permita revelar su verdad y a la vez ocultarla. Ella misma ha manifestado en distintas publicaciones, y también en este libro de Apasionadas preferencias, que para motivar su interés de traductora le era necesario encontrar algo en el texto –la llamada de una inteligencia escondida, un misterio sin revelar, una pista secreta– que despierte su sentido de cazadora de las palabras y la conciencia aguda de la necesidad de que el texto se conozca más ampliamente.

En ese camino, De Miguel se tuvo que enfrentar a dragones temibles, autores que, por su dificultad y hermetismo, asustan al más pintado. Autores que se prefiere evitar, ya que desafían al intelecto y a la propia seguridad de una identidad poética e intelectual cómodamente asentada. Esos autores que nos matan con una sonrisa sutil, como pueden ser Joyce, Dickinson, Moore y Virginia Woolf (hay más, lo sé, pero estos son quizás los dragones de lengua inglesa más canónicos). Hoy, los poemas completos de Moore y los diarios de Woolf, están, gracias a Olivia de Miguel, al alcance de cualquier hispanohablante interesado.

Y, sin embargo, como ella misma nos cuenta, la traducción de Marianne Moore empieza por una incomprensión. Ese obstáculo, es, sin embargo, muy valioso: primero hay que saber tomar conciencia del problema, y nada hay más necio en cualquier campo del saber que la ignorancia del problema.

Decir que no se «ve» el problema, suele ser signo de que no se ve nada en absoluto, o que un orgullo malentendido impide enfrentarse a la idea de que pueda haber una dificultad.

En este caso, es un largo camino el que lleva a Olivia de Miguel a «entender» a Marianne Moore o a Virginia Woolf, autoras crípticas por su exquisita sensibilidad, pero también por la inmensa amplitud de sus códigos, que no son solo el de los hombres cultos de su tiempo y sus bibliotecas, que, sin duda, ellas también dominan, sino también «otros saberes», saberes ocultados en su tiempo, saberes de mujeres, un alfabeto secreto que procede de su vida personal. Estas autoras no solo beben del mundo de la alta cultura con una cierta prevención e ironía, ya que ha sido declarado y estipulado como el terreno exclusivo de los hombres ilustres, nunca de las mujeres, sino también de otros mundos menos colonizados por la división de género que existe en la literatura con mayúscula, como la zoología o el coleccionismo, lo místico o la forma correcta de verter el té, el simbolismo de los sombreros y los materiales con los que se construye una reputación o se sana un corazón, la geografía de andar por casa y las recetas de medicamentos, las ilustraciones de los folletos, los carteles de los buses o los sellos que vienen en cartas que no se acaban de enviar a correos.

No puede ser casualidad que haya elegido primordialmente a autores que han abierto caminos nuevos, no solo como escritores, sino como conciencia desobediente con las normas personales o sociales de su tiempo. Sobre todo en el caso de las escritoras que adoptaron papeles y perspectivas de mal disimulada o abierta rebeldía con respecto al canon literario y su propia posición en la tradición de la alta cultura.

Olivia de Miguel, sola ante el peligro –un peligro asumido y hasta buscado– de estos textos a veces imposibles, ha logrado tejer una red de eslabones, de tejido fino, con el que atrapa el sentido profundo de la prosa difícil por elusiva y secreta. Su método es amplio y heteroglósico, un envolvente cazamariposas de traducción literaria que funciona en base a grandes dosis de paciencia e inspiración, mil referencias contrastadas, claves, viajes, detalles exactos, lecturas transversales, generales y hasta «close-reading» de los que nos da pistas, y a veces, hasta imágenes… Así consigue extraer los secretos de estos textos y regalárnoslos.

Además de este ejercicio de taumaturgia, exhumación de misterios y exégesis de sentido, también es muy interesante cómo la traductora nos narra detalladamente la historia editorial española de cada una de las traducciones de los libros, es decir nos hace un «estado de la cuestión» del devenir de esos textos en lengua hispana. Lo que dice mucho también de las circunstancias históricas y de cómo, según cual sea el contexto político y social, se valoran, interpretan y transmiten los libros. Es significativo, en ese sentido, la malinterpretación de 1984, el libro de Orwell al que la dictadura franquista dio el nihil obstat pensando que aludía al estalinismo y sin ver que suponía una crítica a cualquier tipo de totalitarismo.

En definitiva, en este breve recorrido que nos ofrece Olivia de Miguel en su libro Apasionadas preferencias nos encontramos el retrato de un pequeño microcosmos de libros, biografías, azares, voluntad, la labor del traductor y sus dificultades, el encuentro con textos de genios, sus secretos y su exigente tratamiento en la búsqueda de sus significados. En definitiva, se trata de la fascinante interrelación entre lenguaje, sociedad, vida y pensamiento.

 

Amparo Serrano de Haro es Doctora en Historia del Arte, profesora de universidad y escritora.
Como novelista, con el pseudónimo de Ara de Haro, ha publicado seis obras. En la editorial Debate: Mujeres de mármol (1999) y Nocturno de Nueva York (2002), esta última fue también traducida y publicada en Alemania. También ha participado en distintas colecciones de cuentos, especialmente Otro final de 451 editores, del que también fue editora con Manuel Hidalgo, y los relatos autobiográficos 27 de Septiembre, editados por Esmeralda Berbel. Su novela La luna de Artemisia, sobre la pintora del Barroco italiano, Artemisia Gentileschi (publicada por Fuente de la Fama, Valladolid, 2012) la hizo merecedora de recibir el premio Marguerite Yourcenar del año 2013. En 2019 publicó la novela Ciudades en las que un día naufragamos, Editorial Talentura. Su quinta novela es El color de tu nombre y ha sido publicada por La esfera de los libros en 2021. Su sexta novela es La pintora pelirroja vuelve a París, en Alianza Editorial, 2022. Últimamente ha publicado 5 minutos en NY. Editorial Huerga y Fierro, 2025.

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