Almudena Otero: Cartas desde a cadea, Rosa Luxemburg

Lunes, 14 de abril de 2025.

Almudena Otero Villena ha traducido del alemán al gallego a Rosa Luxemburg, Cartas desde a cadea, Laiovento, septiembre de 2024.

Obra finalista del premio de traducción Follas Novas.

Sinopsis de la obra

Cartas desde a cadea, de Rosa Luxemburg, reúne 22 cartas, de distinta longitud, que la teórica marxista envió entre julio de 1916 y octubre de 1918, apenas tres meses antes de su muerte, mientras cumplía pena de prisión por su oposición a la guerra. La receptora de las mismas es su amiga Sonja (o Sophie) Liebknecht, esposa de Karl Liebknecht, por entonces también en la cárcel y uno de los fundadores, junto con Rosa, de la Liga Espartaquista y del Partido Comunista de Alemania, asesinado con ella el quince de enero de 1919.

Rosa Luxemburg, una importante teórica marxista, se muestra en estas cartas como alguien que vive el mundo con pasión e intensidad, y que quiere compartir con otros su experiencia. Con frecuencia resultan sorprendentemente actuales: por ejemplo, en su antimilitarismo y en su reivindicación de otra forma de relacionarnos con la naturaleza. En este sentido, estos textos ofrecen una perspectiva distinta de la persona y la obra de Rosa Luxemburg, un nuevo punto de vista sobre el mundo y la revolución.

 

Comentario de la traductora sobre la traducción

Rosa Luxemburg fue una pensadora marxista, pero esta adscripción ideológica, siendo el fundamento de su obra, se ha convertido también en un lastre para su recepción. Las traducciones del intercambio epistolar que mantuvo con muchos compañeros del Partido Socialista (Sonja Liebknecht, pero también Karl y Luise Kautsky, Clara Zetkin, Leo Jogiches, Mathilde Jacob o el propio Karl Liebknecht) pecan en muchos casos de una lectura demasiado ideologizada, de una concepción demasiado estrecha de la revolución, que la misma Rosa Luxemburg no compartía. De ahí se deriva –creo– un descuido estilístico, una falta de sensibilidad hacia el lenguaje de la autora que revela eso que ella misma denuncia en sus cartas: la incapacidad de dejar espacio para lo poético.

La edición de estas epístolas de Rosa Luxemburg quiere suplir esta falta. En este sentido, traducirlas implica trabajar con referencias que no son las que más se manejan hoy en día. En ellas se citan con frecuencia poemas (de clásicos alemanes como Mörike o Goethe), se habla de libros de filosofía e historia, de botánica, novelas de actualidad… Pero también se mencionan nombres de plantas y animales (que en algunos casos me eran desconocidos), con los que se reivindica ese roce con el mundo y con los otros seres que alimenta otra mirada y otro discurso, muy alejado de esas discusiones teóricas y abstractas que tan bien manejó igualmente Rosa Luxemburg.

Para trasladar el tono íntimo y coloquial, y a la vez delicado y sutil, de las palabras de Rosa Luxemburg me he tenido que sumergir en esa mirada: tener ojos y oídos para esos pájaros y sus cantos, para esas flores y plantas que ella describe y hacia los que –lo confieso– estoy con frecuencia ciega, como creo que lo estamos muchas personas que residimos en un entorno urbano. Traducir es una experiencia, y esto lo puedo afirmar sin ninguna duda tras traducir estas cartas. Con ellas he podido sentir ese aliento que, en tiempos oscuros, la autora le quiso transmitir a su amiga Sonja; un impulso a «no dejarnos vencer por la desesperanza», como señalo en la introducción. Ojalá sea así también para los lectores que se acerquen a esta obra tan singular y al mismo tiempo tan vigente.

La sección de NOVEDADES TRADUCIDAS ofrece a los traductores un espacio donde analizar las dificultades a las que han tenido que enfrentarse al traducir una obra concreta. Animamos a todos los traductores a colaborar: véase la plantilla en este enlace.

 

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