Ana Flecha Marco: Los inquietos, de Linn Ullmann

Viernes, 28 de octubre de 2022.

Ana Flecha Marco ha traducido del noruego la obra de Linn Ullmann Los inquietos. Gatopardo ediciones, 2021.

Finalista del XVII Premio de Traducción Esther Benítez.

Sinopsis de la obra

Los inquietos son unas memorias vestidas de novela, o puede que sea al revés. A través de ese ejercicio que mezcla ficción y realidad, Linn Ullmann repasa, desde el poso que deja el recuerdo, su relación con su padre, el cineasta sueco Ingmar Bergman, los veranos que pasaban juntos en la isla de Fårö y la historia de un proyecto conjunto que nunca llegó a materializarse: un libro sobre el proceso de hacerse mayor. Padre e hija pretendían escribir el libro a cuatro manos, con la ayuda de una grabadora, pero la muerte del padre se interpuso en esa tarea. La escritura de Los inquietos comienza siete años después de este proyecto truncado, cuando, tras la muerte del padre, la autora se enfrenta finalmente a las grabaciones que había guardado en un cajón. Ullmann recrea la infancia de una niña que tiene prisa por crecer y la vida junto a unos padres a los que nunca vio convivir, dos grandes artistas que habrían preferido seguir siendo niños.

Comentario sobre la traducción

Los libros que más me gustan son los que no se pueden resumir fácilmente. Los inquietos es uno de esos libros. También es de esos que parece (y solo parece, ya sabemos que es un decir) que se traducen solos, por lo bien escrito que está el original, por lo preciso de su lenguaje y de las imágenes que nos evoca. Es uno de esos textos que nos llevan la mano, como si estuviéramos aprendiendo a escribir, y nos hacen pensar que con autoras así da gusto. Sin embargo, ahí es precisamente donde reside la dificultad sibilina y escurridiza de este libro: en trasladar esas imágenes y esa precisión de un idioma tan sucinto y concreto como el noruego a otro tan dado al artificio, a la pompa y al boato como el español; en domar ese español que intenta colarse por las costuras para que se amolde a un traje más favorecedor, pues no en vano es de diseño escandinavo.

Los inquietos se lee como una novela, como unas memorias y, en ocasiones, como una obra de teatro. Se construye, como la memoria, a retazos. Escribo este texto en una pausa de la traducción del segundo libro de Linn Ullmann sobre su vida y, como le ocurre a la propia Ullmann en Los inquietos, se me mezcla lo que recuerdo del proceso de traducir aquel libro con lo que ahora percibo al sumergirme en este.

Algo que me daba (y me da) mucho respeto a la hora de traducir a Ullmann es que es una escritora cultísima, que entreteje infinitas referencias literarias y cinematográficas en su prosa tranquila, que es llana y evocadora al mismo tiempo. Si os manejáis en inglés, os recomiendo su podcast How to Proceed, en el que conversa con un puñado selecto de autores contemporáneos. A falta de teletransporte, os dejo también unas fotos para que, como hice yo tantas veces, podáis visitar la casa de Fårö y soñar con esos espacios que a veces pienso que son míos.

Enlace a una entrevista en Página Dos