Breve crónica del Premio CEDRO 2022, Chiara Giordano

Lunes, 27 de junio de 2022.

El martes 26 de abril tuvo lugar la entrega del Premio CEDRO 2022, que este año ha recaído en los exdiputados Eduardo Maura, Emilio del Río, Marta Rivera de la Cruz y José Andrés Torres Mora por su trabajo en favor de la propiedad intelectual y del Estatuto del Artista.

El premio, nacido en 2017 con un claro propósito reivindicativo y concedido anualmente por la junta directiva de CEDRO, reconoce la contribución de una persona u organismo a la defensa de los derechos de autor. Los cuatro galardonados de este año formaron parte, en calidad de portavoces de sus respectivos grupos parlamentarios, de la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso de los Diputados que, durante la XII Legislatura, logró sacar adelante dos proyectos legislativos de gran envergadura: la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual y el denominado «Estatuto del Artista, el Autor/Creador y el Trabajador de la Cultura», aprobado por unanimidad en septiembre de 2018 por el Pleno del Congreso.

El acto de entrega se celebró en la sede de la Real Academia Española en un lluvioso Día Mundial de la Propiedad Intelectual, y estuvo presidido por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz —recordatorio de que la cultura, más allá de las palabras altisonantes que solemos encontrar en los discursos sobre ella, es, ante todo, trabajo: surge del trabajo y genera trabajo, y como tal debe ser vista y amparada—. A la ceremonia asistieron, entre otros muchos invitados, los miembros de la junta directiva de ACE y algunos compañeros de nuestra sección.

Todas las intervenciones destacaron el espíritu de consenso y la generosidad que animaron el trabajo de la Comisión. Conceptos como «amistad», «unión» y «acuerdo», bienes sin duda escasos en la retórica parlamentaria actual, volvieron una y otra vez en los agradecimientos de los cuatro premiados, y el propio presidente de CEDRO, Daniel Fernández, afirmó que el galardón de este año es un «premio al diálogo y a la concordia y, por tanto, a la razón». En este sentido, es de agradecer que los cuatro recordaran el papel activo y determinante de todas las personas y sectores culturales que colaboraron con la Comisión y sus distintas subcomisiones: desde los letrados del Parlamento hasta las entidades de gestión, los sindicatos y las asociaciones de profesionales (incluida, por supuesto, ACE Traductores).

Sin embargo, es importante no conformarse con los verbos en pretérito. Como recordó Carme Riera, vicepresidenta primera de CEDRO, el premio de este año es también una forma de recordar todo lo que queda por hacer, tanto en materia de propiedad intelectual —por ejemplo, en la transposición de la Directiva europea sobre los derechos de autor en el mercado único digital— como en el propio desarrollo del Estatuto. De las casi sesenta propuestas aprobadas en 2018 con el objetivo de solventar los graves problemas de precariedad e indefensión legal a los que nos vemos expuestos los trabajadores de la cultura, muchas siguen pendientes o en fase de negociación. Y si bien el propio ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, anunció hace tiempo que todas las medidas entrarán en vigor antes de 2023, la Comisión Interministerial para el desarrollo del Estatuto tiene mucho trabajo por delante, sobre todo en lo relativo a fiscalidad y normativa laboral —dos ámbitos, estos, que a los traductores nos interesan de manera especial, puesto que abarcan cuestiones tan concretas y cotidianas como son las cuotas de autónomos, la intermitencia, las enfermedades profesionales o el derecho a la representación sindical—. Enhorabuena, pues, a Eduardo Maura, Emilio del Río, Marta Rivera de la Cruz y José Andrés Torres Mora por este premio CEDRO 2022, pero que nadie se duerma en los laureles: el Estatuto está entrando en su recta final, y ahí estaremos todas las asociaciones del sector peleando por nuestras condiciones de trabajo.

 

Chiara Giordano es traductora, profesora de italiano y doctora en Estudios Literarios por la Universidad Complutense de Madrid. Junto con Javier Echalecu, ha vertido al castellano a autores como Alda Merini, Salvatore Satta, Umberto Saba, Cesare Pavese, Carlo Petrini y Ernesto Ferrero. Además, colabora con distintas librerías de Madrid, con el Istituto Italiano di Cultura y con el Departamento de Estudios Románicos, Franceses, Italianos y Traducción de la UCM en la organización de actividades académicas y clubes de lectura. Es una firme defensora del asociacionismo y desde marzo de 2022 forma parte de la junta de ACE Traductores.