Lunes, 31 de marzo de 2025.
En colaboración con la Cátedra de Estudios del Cómic Fundación SM-UV, el grupo de Traductores y Traductoras de Cómic Tradurietas ha otorgado el Premio Antifaz a la Trayectoria en Traducción de Cómic a Diego de los Santos Domingo, en reconocimiento a su prolífica y fecunda carrera como traductor.
Para mí es un honor recibir un premio que antes que yo han recibido unos colegas a los que tanto admiro, como son Carlos Mayor y Celia Filipetto. Quiero dar las gracias al jurado, formado por los miembros de Tradurietas, por pensar en mí. También al Salón del Cómic de Valencia y a la Cátedra de Estudios del Cómic-Fundación SM de la Universidad de Valencia por visibilizar un año más la figura del traductor de cómics, uno de los eslabones más precarios en una cadena que parece estar hecha toda ella de eslabones precarios. Se me vienen a la cabeza los correctores, que en la mayoría de los casos ni siquiera aparecen en los créditos, cuando en realidad son los ángeles de la guarda de los traductores. A todos nos une la precariedad, y somos conscientes de que la visibilidad, como la que da este premio, nos ayuda en nuestra lucha para reivindicar mejores condiciones laborales.
Quiero dar las gracias a las editoriales que nos cuidan, esas para las que da gustirrinín traducir: las que nos hacen ser más visibles, las que ponen nuestro nombre en la cubierta, las que respetan nuestros derechos y nos pagan una tarifa digna.
También quiero aprovechar para dar un tirón de orejas a aquellas editoriales, que por desgracia siguen siendo unas cuantas, que reciben premios oficiales a su labor, que suman nominaciones y premios en los salones del cómic, que acaparan licencias superheroicas, que a pesar de su nombre juvenil son ya centenarias, o que son alabadas por su magnífica línea editorial y que, sin embargo, nos encargan traducciones incumpliendo la ley al no firmar un contrato de cesión de derechos, nos sisan el porcentaje de derechos de autor que nos corresponde a los traductores y siguen pagándonos las mismas tarifas que hace veinte años, lo cual solo puede abocarnos a la precariedad. Están ahorrando en el chocolate del loro. Además, no se quieren enterar (yeyé) de que la Ley de Propiedad Intelectual reconoce nuestra condición de autores de obra derivada, es decir autores de nuestra traducción, y que, como autores que somos, tenemos derecho a que la tarifa que nos pagan sea solo el anticipo a cuenta de los derechos de autor que nos corresponden por ley.
También quiero aprovechar para dar un tirón de orejas a aquellas editoriales (…) que nos encargan traducciones incumpliendo la ley al no firmar un contrato de cesión de derechos, nos sisan el porcentaje de derechos de autor que nos corresponde a los traductores y siguen pagándonos las mismas tarifas que hace veinte años.
Por suerte, los traductores de tebeos estamos cada vez más unidos, y en esa unión está nuestra fuerza.
Quiero dedicar este premio a mi familia. A Sara, mi mujer, compañera en esta carrera de fondo. A mis hijos, lectores del presente y del futuro. Y sobre todo a mis padres, que fueron los primeros que pusieron un tebeo en mis manos hace muchos años sin sospechar que acabaría ganándome la vida con esto. El tebeo, esa arma cargada de futuro.
Muchas gracias. ¡Por mí y por todas mis compañeras!
Diego de los Santos lleva traduciendo desde el año 2000. De la traducción audiovisual dio el salto a la traducción de novelas, cómics y literatura infantil.